¿Sufres acné papulopustuloso? Te explicamos qué es y cómo tratarlo

Granos, espinillas, quistes e inflamaciones son algunos de los impertinentes acompañantes del acné papulopustuloso. Sólo quien lo sufre sabe lo incómodo que es este tipo de acné y lo difícil que es combatirlo, sobre todo por la gran reacción inflamatoria que lo caracteriza. Os explicaremos, a continuación, qué es el acné papulopustuloso y cómo tratarlo de una forma adecuada, evitando posibles cicatrices en la piel.

¿Qué es el acné?  Es una alteración cutánea a causa de la inflamación de las glándulas sebáceas. Se calcula que un 85% de los adolescentes sufren acné, en mayor o menor medida, y es motivo de grandes complejos y problemas de autoestima. Se suele desarrollar en la cara y en la parte superior del tronco.

¿Qué distingue el acné papulopustuloso del resto de acnés?

Lo que distingue el acné papulopustuloso del resto de acnés es que se producen fenómenos inflamatorios e infecciosos. El nombre es la suma de dos conceptos: la pápula y la pústula. La pápula es una elevación o lesión de la superficie de la piel, con contenido sólido y bordes bien definidos y de menos de un centímetro de diámetro. La pústula sería una pápula pero con grasa, bacterias y pus. Son de color blanco amarillento y son más grandes e inflamadas que las pápulas. 

Las causas del acné papulopustuloso no son únicas y en la mayoría de los casos se combinan varios factores. Si los padres han padecido acné, hay una clara predisposición genética a que los hijos también lo padezcan. Las hormonas suelen ser las principales culpables ya que, por ellas, la secreción sebácea aumenta, sobre todo en cara y tórax. Con este exceso de sebo se taponan los poros, se obstruyen y se suelen producir inflamaciones e infecciones creando granos, espinillas y poros dilatados.

Una chica se mira las lesiones que el acné papulopustuloso le ha producido en la cara.
Lesiones de acné papulopustuloso

La aparición de la infección se debe, en la mayoría de los casos, a una bacteria: cutibacterium acnés que degrada la grasa de la espinilla o punto negro y genera una reacción inflamatoria en la dermis. 

Los brotes de acné papulopustuloso van más allá de seis granos y se pueden llegar a producir más de 20 lesiones en la piel (no todas las inflamaciones o lesiones tienen que contener pus). Si manipulamos o rascamos los granos, su propagación será mucho más rápida. Primer consejo: ¡no los toques!

¿Cómo tratar el acné papulopustuloso? 

Como en la mayoría de patologías, el tratamiento dependerá de la gravedad de la enfermedad y lo determinará un profesional especialista. En el caso del acné papulopustuloso, los dermatólogos coinciden en apuntar ciertos aspectos básicos para tratarlo y evitar su expansión por nuevas zonas del cuerpo. 

La limpieza y la exfoliación son las grandes aliadas para el tratamiento del acné. Es muy importante limpiar la piel con jabón neutro y, después, realizar una exfoliación. Si el tratamiento incluye una exfoliación suave, ésta se puede hacer una vez al día y consiste en retirar las células muertas, sebo y restos de maquillaje y de contaminación de la capa más superficial de la piel. En cambio, si la exfoliación debe ser más agresiva, hay que seguir las recomendaciones del especialista porque deberán ser más espaciadas en el tiempo.

Una chica se mira las lesiones del acné papulopustuloso en un espejo.

Los tratamientos farmacológicos se centran en reducir la producción de sebo, combatir la infección y reducir la inflamación. Los más habituales que suelen prescribirse son antibióticos (los más utilizados son la eritromicina y clindamicina), retinoides (derivados de la vitamina A), probióticos o anticonceptivos orales, entre otros. 

Los tratamientos naturales funcionan de forma diferente en unas personas y en otras. Las propiedades de la caléndula pueden ayudar a reducir la inflamación. El aceite de árbol de té es de los más utilizados y es efectivo sobre todo para mejorar los problemas de las pieles más grasas. La manzanilla también es una buena opción anti-espinillas y anti-inflamatoria y la salvia es una de las hierbas con mayores efectos en la limpieza de la piel. 

La alimentación también es un factor a tener en cuenta para evitar y tratar el acné papulopustuloso. Es recomendable moderar la ingesta de lácteos grasos y azúcares y evitar la comida basura y las frituras. En su lugar, lo aconsejable es comer frutas cítricas ricas en vitamina C (limones, naranjas fresas y frambuesas) también verduras ricas en antioxidantes (como las zanahorias y los pimientos), comer carne con moderación y beber bastante agua diariamente. 

¿Cómo eliminar las ojeras? En qué consiste el láser vascular de ojeras

La zona del párpado es de las más sensibles y finas que tenemos en la cara, y en el cuerpo. Por su ubicación, esta área está constantemente expuesta a agentes externos y, si no la cuidamos y protegemos, puede sufrir un envejecimiento prematuro. La aparición de las ojeras es uno de los signos que nos alertan de su deterioro. 

Las ojeras son una alteración de la coloración en la piel de la zona del párpado (en concreto, debajo del inferior) y del contorno de los ojos. Uno de los tratamientos más efectivos para eliminarlas es el láser vascular de ojeras. En este artículo, te explicaremos en qué consiste este tratamiento de belleza con láser.

¿Por qué aparecen las ojeras?

Las causas son varias. Por un lado, el exceso de pigmento en esta área puede ser producido por factores hereditarios. Por otro lado, las ojeras pueden aparecer como consecuencia de malos hábitos como la falta de sueño, el cansancio, el estrés, una mala alimentación o el exceso de uso de dispositivos digitales, que pueden producir la dilatación de los vasos sanguíneos y hacer que surja esta coloración azul-violácea, tan característica.

Primer plano de un chico con ojeras que podría beneficiarse del láser vascular.

Las ojeras también pueden salir por algún tipo de alergia, asma o conjuntivitis. Enfermedades como el hipertiroidismo, problemas circulatorios, cardíacos o renales, la dermatitis atópica o el lupus eritematoso, suelen tener las ojeras como uno más de sus síntomas. Sin olvidar las ojeras causadas por los cambios hormonales (que causan una mayor retención de líquidos) en el embarazo, durante la menstruación o tras la menopausia.

Tipos de ojeras

¿Todas las ojeras son iguales? No, hay 2 tipos de ojeras: las marrones o pigmentarias y las vasculares:

Ojeras marrones o pigmentarias

La ojera marrón o pigmentaria se debe a la concentración de melanina, de pigmentación. Esta coloración, generalmente, es por la sobreexposición a la radiación ultravioleta y, también, por las alteraciones hormonales. Las personas con pieles oscuras son más propensas a sufrir este tipo de ojeras. 

Ojeras Vasculares

En cambio, una ojera vascular es causada por un aumento de la vascularización. En este caso, por un drenaje linfático y vascular insuficiente, se forman vasos y capilares anormales dilatados en los párpados. Una dilatación que se acentúa con el estrés, el cansancio, el consumo del alcohol y el tabaco. 

Si queremos prevenir la aparición de ojeras, es recomendable dormir al menos 8 horas diarias y descansar siempre boca arriba (para que la sangre circule mejor). También ayuda una alimentación equilibrada y saludable, sin excesos de sal (hay que evitar la retención de líquidos), bebiendo al menos 1 litro y medio de agua y mantener una buena hidratación de la piel. Como decimos siempre, no hay que fumar y es preferible limitar el consumo de alcohol y cafeína.

Láser vascular: el tratamiento para las ojeras

El láser puede ser una gran opción para eliminar las ojeras. Para las marrones o pigmentarias se usa el láser despigmentante. En este caso, el láser actúa sobre los pigmentos propios de la piel y los deshace.  Para las ojeras vasculares, la solución está en el láser vascular.

Una chica se mira las ojeras en el espejo mientras piensa en hacerse un tratamiento de láser vascular de ojeras.

El láser vascular sólo es apto para eliminar las ojeras vasculares. Este tipo de láser consigue cerrar los vasos sanguíneos dilatados y visibles a través de la piel, de una forma prácticamente definitiva. Normalmente, con una sola sesión de láser no hay suficiente y son necesarias de 3 a 5, con un mes de distancia entre ellas, para controlar por completo el flujo de las pequeñas venas superficiales.

¿Cómo funciona? El láser emite una longitud de onda que, mediante fototermólisis selectiva (destrucción específica de una estructura celular), hace que desaparezcan las paredes del vaso que colapsan y se reduzca la coloración morada-verdosa característica de las ojeras vasculares. El láser vascular, además, aumenta la producción de colágeno, elastina y ácido hialurónico que ayuda a combatir los signos del envejecimiento, tonifica la piel y reduce el aspecto “de mirada cansada”. 

En el procedimiento suele usarse anestesia tópica en la zona a tratar. Tras el tratamiento, es habitual y completamente normal que, por el calor del láser, el área intervenida tienda a hincharse y que aparezcan moratones. También es muy común sentir molestias como enrojecimiento y ardor en la piel. Por eso, es muy importante, después del tratamiento, protegerse del sol y evitar la aparición de manchas. 

 

¿Qué es la piel envejecida? Síntomas, prevención y tratamientos

Los signos más visibles del envejecimiento o el paso de los años son las canas y la piel envejecida. Se trata de un proceso natural y progresivo que afecta a todos los tejidos y que es diferente en cada persona.

Podemos decir que hablamos de piel envejecida cuando ésta reúne distintos signos del envejecimiento, como son las arrugas y líneas de expresión, la pérdida de elasticidad y firmeza, la aparición de manchas, la sequedad y tirantez, la falta de luminosidad o el aumento de la fragilidad de los vasos sanguíneos, lo que produce equimosis -sangrados bajo la piel-.

¿Por qué aparecen los signos de piel envejecida?

Los cambios en la piel están relacionados con el paso del tiempo, pero también con factores ambientales y genéticos, además de aspectos como la nutrición y, sobre todo, la exposición al sol (fotoenvejecimiento).

¿Cuáles son las características de una piel envejecida?

  • Piel más fina
  • Aspecto pálido
  • Piel deshidratada

La piel envejecida se vuelve más fina, con un aspecto más pálido y aumenta su deshidratación. A causa de este adelgazamiento, la dermis pierde su capacidad protectora y de aislamiento y aumenta el riesgo de que se produzcan lesiones cutáneas.

En las últimas décadas ha habido una mayor búsqueda de productos y técnicas para ralentizar y revertir los efectos del envejecimiento. No obstante, ¿Cómo recuperar una piel envejecida?

La mejor manera de retrasar la aparición de los síntomas de una piel envejecida es la prevención, puesto que es en lo único en que podemos actuar de forma responsable.

Cómo prevenir los síntomas de una piel envejecida

La mejor manera de prevenir el envejecimiento de nuestra piel es protegerla de los rayos ultravioletas con un buen protector solar de amplio espectro. La mayor parte de los daños por la exposición al sol son acumulativos, por lo que es crucial protegerse en todo momento.

No fumes

Fumar destruye el colágeno de la piel, uno de los principales responsables de la elasticidad cutánea. Sigue una dieta saludable y equilibrada en la que abunden las verduras y las frutas, grandes proveedoras de vitaminas para la piel.

Hidrátate

Bebe como mínimo 2 litros de agua al día ya que la hidratación es fundamental. Recuerda que es esencial mantener nuestra piel limpia y perfectamente hidratada. Si la piel está seca es recomendable usar un humidificador en casa, bañarse con menos frecuencia con jabón y usar lociones humectantes, cremas hidratantes antiedad o boosters para combatir la flacidez formulados con ultraconcentrados de ácido hialurónico y fermentos prebióticos.

Mantén una rutina de higiene facial

La contaminación (por el humo, los radicales libres y los cambios climáticos) acelera el proceso natural del envejecimiento; puede causar la deshidratación, las arrugas, la falta de brillo y/o una excesiva sensibilidad de la piel, entre otros efectos. La mejor forma de protegerse de la contaminación es con una buena higiene facial diariapara eliminar los residuos y realizar una exfoliación del rostro y del cuello dos veces a la semana para eliminar las impurezas. 

piel envejecida

Cuidados y tratamientos para evitar la piel envejecida

Como ya hemos dicho, para retrasar el avance de las señales de la edad en las pieles maduras es fundamental hidratar y limpiar bien la piel, como mínimo dos veces al día. Es recomendable desmaquillarse y aplicar lociones, cremas y tónicos con activos antienvejecimiento que mantengan la piel fresca.

Además, hay que prestar una especial atención al cuidado de los ojos, cuello y labios, ya que son las zonas más propensas a que aparezcan arrugas, manchas y otros signos del paso de los años.

Tratamientos vitamínicos

Una buena opción para tratar la piel envejecida pueden ser los tratamientos que usan retinoides -relacionados con la vitamina A y muy beneficiosos para la piel-, vitamina C y alfahidroxiácidos -unas moléculas hidrosolubles que ayudan a exfoliar la piel y eliminar las células muertas-. 

Las cremas más eficaces

Las cremas con retinol suelen ser eficaces para combatir las arrugas, así como las peptídicas que estimulan la producción de colágeno. Los péptidos son unas moléculas formadas por la unión de aminoácidos que son los componentes básicos de proteínas como el colágeno, la elastina y la queratina, unos elementos esenciales para mantener la elasticidad, el tono, y la firmeza y textura de la piel. 

La microdermoabrasión

Otro tratamiento médico para la piel envejecida es la microdermoabrasión. Esta técnica consiste en eliminar las células de la capa superior de la piel para estimular el crecimiento de piel nueva. No suele ser doloroso y no requiere anestesia ni tiempo de recuperación.

El peeling

Otra práctica para eliminarlas capas externas de la piel para que salga una piel nueva es el peeling o exfoliación química. Es una buena opción para tratar cicatrices leves de acné, las manchas de la edad, decoloración de la piel o las arrugas alrededor de los ojos o de la boca. 

El ácido hialurónico

Los rellenos dérmicos con ácido hialurónico -un azúcar natural que perdemos al envejecer- pueden solucionar las líneas y arrugas y añadir volumen a la piel. También pueden atenuar las arrugas o líneas de expresión las inyecciones de toxina botulínica (botox), al paralizar los pequeños músculos faciales. 

Cirugía estética para recuperar la piel envejecida

Sin embargo, los efectos más duraderos y permanentes frente a la piel envejecida los encontramos en la cirugía estética. Entre los diferentes procedimientos para rejuvenecer nuestra dermis y nuestro rostro podemos destacar la blefaroplastia -cirugía de los párpados-, la bichectomía -para eliminar las bolsas malares-, la ritidoplastia frontal o elevación de cejas, el lifting facial o la mentoplastia -cirugía de mentón-.

Consulta tu caso con un cirujano de confianza. Smart Clinic te puede ayudar a encontrar el mejor especialista de acuerdo con tus características y necesidades. ¡Infórmate!

 

¿Qué es la medicina estética y cuáles son las técnicas más habituales?

Es un hecho que a cualquiera le gusta realzar su belleza para verse y sentirse bien. Con esta premisa, la medicina estética engloba todas aquellas técnicas médicas que ayudan al mantenimiento, restauración y promoción de la estética, la salud y el bienestar. Estas prácticas, por lo general, son poco invasivas -no requieren de cirugía mayor-, se realizan con anestesia tópica o local y en régimen ambulatorio. 

Los campos de aplicación de la medicina estética son muy amplios y comprenden tratamientos no quirúrgicos de tipo capilar, facial y corporal. Desde la dermatología estética –fotoenvejecimiento, envejecimiento y flacidez-, pasando por la endocrinología -metabolismo y celulitis-, las técnicas cosméticas y la flebología estética -problemas vasculares y linfáticos-, hasta la nutrición y, en colaboración con los cirujanos, la cirugía estética.

Principales tratamientos en medicina estética

Los tratamientos específicos de medicina estética han experimentado un gran avance en los últimos 30 años. Entre los tratamientos más habituales destacan el peeling facial, la eliminación de vello con láser, las inyecciones de botox, el relleno con ácido hialurónico, el drenaje linfático, la mesoterapia o los hilos tensores, entre otros.

medicina estetica

 

Peeling facial

Uno de los tratamientos de la medicina estética para rejuvenecer la piel es el peeling facial, un tratamiento que consiste en la exfoliación de las capas superficiales del rostro para corregir las imperfecciones y unificar el tono y la textura de la piel.

Normalmente, para llevar a cabo el procedimiento se utilizan preparados químicos que provocan una destrucción controlada de las primeras capas de la epidermis, logrando la disminución de las arrugas y una piel rejuvenecida y bien hidratada.

Relleno facial con ácido hialurónico

Otro tratamiento de rejuvenecimiento facial en medicina estética es el relleno facial con ácido hialurónico -una sustancia que se encuentra de forma natural en nuestro organismo-.

El procedimiento consiste en aplicar inyecciones de ácido hialurónico en el rostro para rellenar surcos nasogenianos -línea de la nariz a la boca-, ojeras y las arrugas del cuello o del entrecejo. También se usa para hidratar y dar volumen a la piel, así como en labios y pómulos para aumentar su tamaño y uniformar su aspecto.

Tratamiento con botox

La toxina botulínica -comúnmente llamada bótox- es otro de los grandes elementos de la medicina estética. Esta toxina se inyecta en el área muscular frontal y actúa impidiendo que el músculo facial se contraiga y logra, de esta forma, atenuar las arrugas o líneas de expresión.

Es una buena opción para eliminar las arrugas del entrecejo, las “patas de gallo”, los cordones flácidos del cuello o las arrugas frontales. 

Mesoterapia facial y corporal

La mesoterapia es una técnica que se utiliza para la eliminación de la celulitis, el rejuvenecimiento facial y el tratamiento de ciertos tipos de alopecia o calvicie. Es una práctica indolora que se basa en la aplicación de microinyecciones en la piel de distintos medicamentos -vitaminas, minerales, aminoácidos o sustancias homeopáticas- en función de las necesidades del/la paciente.

Este procedimiento, mayoritariamente, no requiere de anestesia local y el número de sesiones de mesoterapia dependerá de cada caso aunque oscila entre seis y diez.

medicina estetica

 

Plasma rico en plaquetas

El plasma rico en plaquetas es una terapia regeneradora que estimula los factores del crecimiento. Por esta razón, se utiliza en personas con problemas de alopecia y en quienes están empezando a perder el pelo.

Es un tratamiento que no produce alergias ni efectos secundarios porque las plaquetas se extraen de la sangre del propio paciente. También es una técnica que se usa en el rostro para cerrar los poros de la piel, del cuello y de las manos, estimular la producción de colágeno y elastina y dar luminosidad.

¿Qué es lo más importante cuando recurrimos a la medicina estética?

Recurrir a la medicina estética no siempre es un paso fácil. Al fin y al cabo estamos hablando de salud y de procedimientos relacionados con la misma, independientemente de si existe intervención y de si se trata de cirugía mayor o menor cuando proceda.

Por esto, si te planteas someterte a cualquier procedimiento de medicina estética, has de saber que lo más relevante es hacerlo con profesionales expertos, perfectamente formados y cualificados. Exactamente lo que encontrarás en SmartClinic, donde te acompañaremos a lo largo de todo el proceso.

 

Rutina de limpieza facial, te explicamos cómo cuidar tu rostro

La piel del rostro es de las zonas más expuestas y sensibles que tenemos. Los factores ambientales como la contaminación o los cambios de clima, el sol e incluso el maquillaje acumulan impurezas en la capa más superficial. ¿Sabes cómo limpiarte la cara?

La higiene facial ayuda a mantener la piel joven, libre de bacterias y contribuye a limpiarla de células, oxigenarla, hidratarla y a mantenerla más sana y luminosa. Así pues, la realización de una buena limpieza facial no sólo conlleva beneficios estéticos, sino que también previene la alteración de la barrera cutánea (superficie exterior de la piel) y la aparición de enfermedades dermatológicas a nivel facial o irritaciones. 

En este artículo os mostraremos diferentes tipos de cuidados, según el tipo de piel y el origen de los productos de limpieza facial que se empleen. Una buena rutina de limpieza facial es tan necesaria como cualquier otra rutina en nuestras vidas. 

La rutina de limpieza facial, paso a paso

Aunque se pueda pensar que una buena rutina de limpieza y cuidado facial es más necesaria en pieles maduras, la verdad es que es un hábito recomendable ya desde que la piel es joven. Mantener la piel sana, limpia e hidratada no es una cuestión de edad porque ayuda a retardar la oxidación celular y a estimular la producción de colágeno, además de a prevenir la aparición de enfermedades infecciosas que pueden llegar a comprometer nuestra salud.

Existen varios pasos a seguir para realizar de la mejor forma tu rutina de limpieza facial. La higiene facial debe realizarse dos veces al día, al levantarnos y, especialmente, al irnos a dormir. De esta manera, retiramos todas las impurezas que se han ido acumulando en la piel a lo largo de todo el día. 

Para limpiar la cara lo más adecuado es usar agua templada y algún producto que sea lo más natural posible (jabón, leches o geles limpiadores, emulsiones o el agua micelar). Lo haremos suavemente, sin frotar la piel con brusquedad. El objetivo de eliminar las impurezas además de oxigenar la piel, también es preparar la piel para que pueda absorber de una manera óptima los ingredientes activos de las cremas y cosméticos.

rutina limpieza facial

Es importante aplicar todos los días cremas hidratantes para mantener un nivel adecuado de hidratación de la piel. Cuando la piel está deshidratada, se vuelve tirante y rugosa e incluso puede llegar a descamarse; pierde suavidad y elasticidad y se muestra apagada y sin luminosidad. 

Las cremas nutritivas, en cambio, fortalecen la barrera protectora natural de la piel y retrasan y suavizan los signos del tiempo como la flacidez o las arrugas. Los tratamientos nutritivos son aconsejables para pieles maduras y secas que necesitan un paso más allá de la hidratación.

¿Cómo es tu piel?

Para establecer una rutina de limpieza facial adecuada es fundamental saber qué tipo de piel es la tuya con el objetivo de poder adaptar los productos a las características específicas de tu rostro.

  • Piel normal: suele tener un tacto suave y un aspecto natural, fresco y sano. 
  • Piel seca: es de las más predominantes. Su aspecto suele ser tirante, los poros son poco visibles y tiene tendencia a resquebrajarse. Es una piel muy sensible a los cambios bruscos de tiempo y aparecen arrugas y escamas con facilidad. Se deshidrata con facilidad por lo que es muy importante mantener la piel hidratada.
  • Piel grasa: es brillante y húmeda, se aprecian los poros dilatados y suele tener espinillas. Este tipo de pieles necesita una limpieza más profunda por su exceso de sebo (podría obstruir los poros), por las mañanas y por las noches.
  • Piel mixta: tiene características de la piel seca y de la grasa. Normalmente, en las personas con cutis mixto, la barbilla, la frente y la nariz tienden a ser grasas, mientras que la piel de las mejillas suele ser seca.
  • Piel sensible: requiere un cuidado muy suave cuando limpiamos el rostro ya que este tipo de pieles son intolerantes a una gran cantidad de cosméticos. Lo recomendable es usar productos hipoalergénicos y que no tengan ningún tipo de aroma. 
rutina limpieza facial

Limpieza facial profesional

En muchas ocasiones, aunque realicemos una rutina de limpieza facial adecuada y diaria no logramos retirar los residuos acumulados y puede que la piel no llegue a estar oxigenada por completo. Por eso, una buena solución es optar por una limpieza facial profunda en manos de profesionales.

Dependiendo del tipo de piel y del caso particular de cada uno, esta limpieza profunda se puede hacer cada mes o cada dos meses. ¿Cuáles son sus principales beneficios? Los mismos que la rutina de limpieza facial en nuestras casas pero con una mayor profundidad, efectividad y resultados más duraderos. 

Destacamos la eliminación de las impurezas de forma profunda, ayudando al proceso de regeneración celular ya que la piel se oxigena desde el interior, reduce el tamaño de los poros (los descongestiona y desobstruye) y aumenta la hidratación de la piel. También prepara la piel para absorber los productos y tratamientos posteriores, activa la circulación sanguínea y disminuye los signos de cansancio y retrasa el envejecimiento, previniendo la aparición de arrugas. La limpieza facial profesional es un complemento a la limpieza facial diaria.

 

Caída de pelo en verano: por qué pasa y cuándo preocuparse

La caída del pelo en verano es algo normal que, en principio, no debe alarmarnos. Esta pérdida suele ser una caída estacional ligada al curso natural de la vida del cabello. Además, en verano son habituales otros factores, propios del estilo de vida de la estación, que repercuten en la salud y en el cuidado capilar. No obstante, si observamos una caída muy excesiva o con un patrón determinado, es recomendable requerir el diagnóstico de un especialista. 

¿Por qué me cae el pelo en verano?

Como hemos indicado, el pelo cae durante todo el año, aunque sí puede ser mayor a finales de verano y durante el otoño. Para entender mejor por qué sucede así, explicamos el ciclo de vida del cabello.

Ciclo de vida del cabello

Cada cabello crece de un folículo piloso, del cual pueden emerger de 1 a 4 cabellos, y cada folículo piloso sigue su propio ciclo el cual está formado por 3 fases:

  • Fase anágena. Es la fase de crecimiento y su duración es de 2 a 7 años. En esta etapa el cabello crece una media de 0,35 mm por día. Normalmente el 85-89% del total de pelos del cuero cabelludo se encuentra en esta fase.
  • Fase catágena.  Esta fase dura entre 2 y 3 semanas en las que el bulbo piloso se separa del torrente sanguíneo y deja de nutrir al pelo, el cual deja de crecer. Un 1% de los cabellos se encuentra en esta etapa.
  • Fase telógena. Es la etapa de reposo del folículo piloso. Dura unos 3 meses en los que el cabello se desprende del cuero cabelludo al lavarlo o cepillarlo y va siendo sustituido por el nuevo. Entre el 9 y el 14% de los folículos pilosos se encuentran en esta fase. Tras la fase telógena, el ciclo vuelve a empezar con el crecimiento del nuevo cabello

Son varios los estudios que confirman la existencia de una caída estacional que se produce entre finales de verano y principios de otoño, debido a que en esta estación hay más cabellos que se encuentran en la fase telógena. 

caida de pelo en verano

La duración de la fase telógena es de tres meses, por lo que la duración de la caída de pelo en verano abarca desde las últimas semanas de esta estación hasta bien entrado el otoño. Así que, la época que más se cae el pelo es la comprendida entre estas dos estaciones.

Aún así, algunos expertos atribuyen la caída del cabello en verano a un motivo biológico. Los mamíferos mudamos el pelo antes de la llegada del frío del invierno. Otras teorías lo relacionan más con las altas temperaturas y la incidencia de los rayos ultravioletas que podría activar la fase telógena en más cabellos de lo habitual. 

¿Cuándo hay que preocuparse por la caída del cabello?

Es interesante discernir entre los dos tipos de caídas, de raíz o por quiebra, para decidir el tratamiento y los cuidados más adecuados. Lo cierto es que en verano exponemos nuestro cabello a elementos como la sal del mar, el cloro, los rayos solares y una alimentación más descuidada, que dañan el cuero cabelludo y el cabello. 

Estos factores también pueden debilitar el cabello y quebrarlo, provocando su caída. Sin embargo, no estamos hablando de una caída de raíz ni la podemos relacionar directamente con el ciclo de vida de los folículos. En este caso se trata de una pérdida que es consecuencia de una agresión. 

La sal del mar, por ejemplo, se deposita en la cutícula capilar (capa exterior que protege al cabello) y genera fricción sobre la misma. Esta frotación erosiona, deshidrata y debilita el pelo y lo lleva a la fase telógena de una forma acelerada.

Si el pelo se desprende de raíz más de lo habitual o notamos que sigue un patrón determinado, como un retroceso de la línea de implantación y adelgazamiento del pelo en la zona de la coronilla, debemos consultar a un especialista para que nos haga un diagnóstico preciso. 

Si notas una pérdida importante de cabello o señales incipientes de alopecia, no dudes en acudir a un profesional. Un especialista es quien te indicará las mejores medidas y opciones para evitar o solventar la caída del pelo en verano y todo el año.

¿Se puede prevenir la caída de cabello estacional?

caída de pelo en verano

Como ya hemos dicho, este tipo de caídas estacionales suelen darse durante 3 o 4 meses, para después ceder y recuperar la densidad capilar habitual. Por tanto, si se produce una caída rutinaria en fechas previas un poco superior a la normal, no deberemos preocuparnos ni tampoco tomar ninguna medida adicional. 

De todas formas, si se quiere prevenir que la caída sea en exceso, se pueden tomar algunas precauciones que pueden ayudar a superar esta etapa. Proteger el sol con un sombrero o un pañuelo de los rayos solares puede ser una buena opción, aunque lo debemos dejar respirar cuando estemos en la sombra. Para sacar bien la sal y el cloro, es fundamental aclarar bien el cabello después de bañarse en la piscina o en la playa.

Si queremos evitar que el pelo se rompa, lo más recomendable es utilizar un peine de puntas abiertas para peinarnos con el pelo mojado y, para fortalecer su crecimiento, lo más adecuado es lavarlo, a menudo, con champú sin sulfatos, siliconas y parabenos.

 

¿Cómo afecta el estrés en la piel?

El estrés, poco o mucho, forma parte de nuestras vidas y puede llegar a ser perjudicial para nuestro organismo y para nuestra salud en general. Es una reacción natural de nuestro cuerpo. Nuestro organismo responde a los factores que lo amenazan y que pueden repercutir en la estabilidad física y emocional. 

La piel es el órgano más extenso de nuestro cuerpo y, evidentemente, no se escapa de los efectos del estrés. ¿Qué provoca? El estrés produce una respuesta química que hace que la piel se convierta en más sensible y reactiva. Entre otras consecuencias, el estrés dificulta la curación de los problemas cutáneos (tipo psoriasis, el eczema o la rosácea) y puede hacer, incluso, que empeoren. 

Signos del estrés en la piel

El estrés prolongado nos causa cansancio, fatiga e incluso un aspecto enfermizo. También existen signos del estrés en la piel, además de las famosas ojeras y bolsas en el contorno de los ojos. La piel cambia de color; con el estrés nuestro rostro puede cambiar su coloración original hacia un tono más pálido, amarillento e, incluso grisáceo. Este efecto se debe a que la piel posee unos receptores, que son sensibles a las hormonas que nuestro organismo produce en momentos de estrés, y que afectan a la nutrición celular.

Como ya hemos comentado, el estrés agudiza o empeora patologías cutáneas y hace que aparezcan nuevas como el herpes oral. Esta es una enfermedad producida por un virus que aprovecha la debilidad del sistema inmunológico causada por el estrés para reactivarse y causar molestas lesiones en nuestros labios.

Una chica comprueba en un espejo los efectos del estrés en la piel.

Con el estrés también sudamos más. Nuestro cuerpo reacciona y las glándulas sudoríparas aumentan su actividad, sobre todo en la cabeza y en la frente, en las axilas y en las palmas de la mano. También cuando estamos estresados producimos más cantidad de la hormona cortisol. Esta hormona hace que nuestro cerebro indique a otra hormona (CRH) que estimule la liberación de grasa de las glándulas sebáceas que rodean los folículos pilosos. Por eso, con el estrés es posible que aparezca acné o que se agrave el ya existente.

Otro signo de un estrés continuado o crónico es el envejecimiento cutáneo. Nuestra piel reacciona, se torna apagada, con menor densidad, y se producen cambios en las proteínas, reduciendo su elasticidad y contribuyendo a la formación de arrugas y de manchas.  

Cómo gestionar el estrés

Lo único que nos queda para hacer frente al estrés es saber gestionarlo e intentar revertir sus signos en la piel, mejorando su calidad y aspecto. En primer lugar, no se debe descuidar la piel y hay que cuidarla, hidratarla, protegerla y repararla con los productos y cosméticos adecuados (con antioxidantes). Tampoco se debe desatender la alimentación, ya que una dieta equilibrada nos puede aportar una mayor capacidad defensiva ante los efectos de los radicales libres.

Para manejar el estrés es recomendable practicar ejercicio físico con regularidad. Las actividades aeróbicas u otras disciplinas como el yoga o el taichí ayudan a controlar nuestro estrés diario y pueden llegar a contrarrestar sus efectos negativos en nuestro cuerpo y en nuestra piel. Aprender a meditar y mejorar nuestra introspección y autoconocimiento es, sin duda, una de las mejores opciones para mantener nuestra mente también en forma.

Dedicar tiempo a aquello que te gusta, aprender a decir que no, dar un paseo diario o dormir lo suficiente para tener un buen descanso, también son formas de gestionar el estrés y de minimizar las causas que lo provocan.

Tratamientos estéticos para el estrés en la piel

Otra forma de mejorar los signos del estrés en la piel y de renovarla y revitalizarla es a través de procedimientos estéticos como el peeling químico, la mesoterapia, el plasma rico en plaquetas o la hidratación profunda con ácido hialurónico. 

Un hombre comprueba en el espejo los efectos del estrés en la piel con gesto de preocupación.

Los peeling químicos son, generalmente, sustancias químicas con un pH ácido que se aplican en la piel para una seborregulación, para estimular la producción de colágeno o para mejorar las alteraciones de pigmentación, entre otros objetivos. En función del motivo, el especialista optará por un peeling superficial, medio o profundo.

La mesoterapia facial y capilar consiste en la combinación de vitaminas, aminoácidos y de minerales para regular el crecimiento celular, estimular la síntesis de colágeno y elastina y frenar la oxidación y el envejecimiento de la piel. El plasma rico en plaquetas promueve la regeneración celular ya que ayuda a nutrir y revitalizar los tejidos a partir de las plaquetas que se obtienen de la misma sangre del paciente. 

La hidratación profunda con ácido hialurónico mejora la calidad de la piel en cara, cuello y escote y disminuye las pequeñas arrugas por el efecto tensor y de redensificación de la combinación de ácidos hialurónicos. 

Lifting facial y blefaroplastia

Como ya hemos señalado la edad y el estrés afectan a nuestra piel y aceleran su envejecimiento: pérdida de elasticidad y grosor, surcos profundos entre la nariz y la boca, arrugas y grasa alrededor del cuello y caída de las mejillas. La cirugía puede ser una opción para devolvernos la juventud. 

El lifting facial es una intervención que, dependiendo de cada caso, puede durar de dos a 5 horas. La anestesia es general o anestesia local con sedación en la mayoría de los casos y el postoperatorio oscila entre los 10 y 15 días, aproximadamente. El lifting o estiramiento facial es un procedimiento quirúrgico que consiste en retirar el exceso de piel en el rostro y cuello y tensar los músculos, para eliminar los signos de flacidez y mejorar el tono y brillo de la piel. 

La blefaroplastia es la cirugía de los párpados y es muy efectiva para reducir los efectos del estrés en el rostro. A través de esta intervención se consigue una mirada más joven y se combaten los signos del cansancio, eliminando las bolsas y el exceso de piel de los párpados. Es una operación sencilla, con sedación local, de carácter ambulatorio, y que suele durar entre 30 y 45 minutos. 

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Todo lo que necesitas saber sobre los antioxidantes para la piel

Nuestra piel se oxida por la agresión diaria de los radicales libres de factores ambientales como la contaminación, el tabaco y/o la exposición a la radiación solar. Nuestro organismo cuenta con un sistema propio con capacidad antioxidante que se encarga de mantener el equilibrio en la concentración de radicales libres y su acción oxidativa.

Pero cuando se rompe este equilibrio entre los antioxidantes y los radicales libres se produce el estrés oxidativo. Es entonces cuando los radicales libres atacan y dañan las células y los tejidos y provocan un envejecimiento prematuro de la piel. El estrés oxidativo destruye el colágeno, la elastina y otras proteínas y causa arrugas, la pérdida de elasticidad y firmeza de la piel y la aparición de manchas (en el peor de los casos, puede llevar a mutaciones en el ADN de las células y desarrollar un cáncer de piel). 

Nuestra capacidad de producir antioxidantes se va reduciendo con el paso del tiempo. Por eso, para evitar el estrés oxidativo y el envejecimiento prematuro de nuestra piel es necesario completar y reforzar nuestros mecanismos de defensa naturales con alimentos ricos en antioxidantes y con antioxidantes de uso tópico.

Alimentos ricos en antioxidantes

Como ya hemos dicho, nuestro cuerpo es capaz de sintetizar antioxidantes. Pero si además llevamos una dieta variada y equilibrada, con predominio vegetal, aportaremos a nuestro organismo los micronutrientes fundamentales para conseguir y mantener una piel más sana y luminosa. 

El glutatión es un potente inhibidor de los radicales libres, reduce los daños provocados por el estrés oxidativo en el ADN y favorece la acción de otros antioxidantes como la vitamina C y la vitamina E. ¿En qué alimentos lo podemos encontrar? Está presente en los pomelos, el ajo, la curcumina, los lácteos crudos, el brócoli, el aguacate, las manzanas y en los espárragos.

Los carotenoides son los pigmentos naturales que confieren a las frutas y verduras sus colores intensos. Pero además de poner color a los alimentos, también tienen numerosas propiedades antioxidantes ante el exceso de radicales libres y los procesos de oxidación. Los encontramos en las espinacas, la calabaza, la papaya, los boniatos, los tomates rojos, los calabacines, el maíz, el aguacate, las naranjas y en las uvas. Pero ¡cuidado! Hay que tener en cuenta que si estos alimentos, ricos en carotenoides, los tomamos en exceso pueden producir carotinemia, una pigmentación amarillenta en la palma de las manos. 

La vitamina A (también conocida como retinol) juega un papel fundamental en la renovación celular y en la regeneración de nuestra piel y cabello. Sus propiedades antioxidantes nos protegen contra el fotoenvejecimiento e incrementan la producción de colágeno, mejoran la textura de la piel y aportan luminosidad. Son alimentos ricos en vitamina A las espinacas, los productos lácteos y el hígado. 

La vitamina C podríamos decir que es el principal agente antioxidante porque contribuye a que nuestro organismo aproveche otras vitaminas y minerales, estimula la producción de colágeno, mejora la luminosidad y elasticidad de la piel y ayuda a prevenir la aparición de manchas. Los kiwis, la piña, las naranjas, los limones, el repollo, la col, las espinacas y la papaya son una buena fuente de vitamina C. 

Finalmente, otro gran antioxidante es la vitamina E. Ésta no sólo anula las reacciones en cadena de los radicales libres sino que también actúa como una barrera natural frente a la radiación solar, protege a las células de la oxidación, preserva la elasticidad de la piel y difumina (o elimina) las imperfecciones, cicatrices y manchas cutáneas. La podemos encontrar en las nueces, avellanas, almendras y pistachos, también en las semillas de calabaza y de girasol, el aceite de oliva y el de hígado de bacalao, el mango y en frutas desecadas como los dátiles o pasas. 

Cosméticos con antioxidantes

Otra forma de reforzar la capacidad defensiva de nuestro organismo ante las agresiones de los radicales libres es a través de los antioxidantes de uso tópico. Pero no todas las formulaciones con antioxidantes son iguales ni todas las pieles son idénticas. Por eso, es de gran importancia contar con la valoración de un especialista para que los antioxidantes que ponemos sobre la piel sean realmente eficaces sobre la oxidación y tengan la concentración adecuada para que penetren en la piel y se obtengan los resultados adecuados.

Hay diferentes líneas cosméticas que incluyen antioxidantes. Desde serums a cremas, encontramos formulaciones antioxidantes que combinan la vitamina C con otros activos como el ácido ferúlico, la phloretina y la vitamina E. Y otras que formulan un producto con resveratrol en alta concentración con otras dos moléculas antioxidantes que son la vitamina E y la baicalina

El resveratrol es una molécula antioxidante con grandes poderes antiedad. Los flavonoides son adecuados para todo tipo de pieles, son antioxidantes y antiinflamatorios y se llevan bien con otros antioxidantes como la vitamina C, la vitamina E o el ácido ferúlico. 

El ácido ferúlico es un antioxidante de origen natural que consigue neutralizar los radicales libres y además protege la piel de la radiación ultravioleta. Entre sus beneficios está que potencia los efectos de las vitaminas C y E y elimina las manchas del rostro, protegiendo el ADN celular. Por eso, es un antioxidante presente en tratamientos para eliminar manchas de la cara ya que controla la actividad de la tirosinasa (enzima responsable de la pigmentación de la piel) y consigue unificar el tono cutáneo.

¿Cuáles son los beneficios de la melatonina en la piel?

Bien sabido es que la piel, como el resto del cuerpo, envejece. Factores externos e internos, como los rayos solares o los radicales libres, la dañan y oxidan. Por eso, cualquier suplemento o ayuda extra para el cuidado y recuperación de la piel siempre es bienvenido. Recientes estudios demuestran que la melatonina es una hormona que no sólo puede suprimir el daño que inflige la radiación ultravioleta, sino que también funciona como un potente antioxidante. ¿Quieres conocer los beneficios de la melatonina en la piel?

A nadie afecta más la luz y la oscuridad que a la melatonina. En nuestro cerebro tenemos la glándula pineal que, en función del ciclo de vigilia y sueño, produce melatonina para conducirnos al mundo de los sueños y sincronizar nuestro reloj interno. Pero no solamente la produce el cerebro, también son responsables de su producción ciertas células de la piel (la denominada melatonina extrapineal) y, en este caso, su producción es mucho mayor en cantidad y no depende del ritmo circadiano.

Beneficios de la melatonina en la piel

Mujer sujetando una pastilla cerca de su piel para indicar los beneficios de la melatonina en la piel.

La melatonina (N-acetil-5-metoxitriptamina / melatonin) es una “súper hormona” con una gran variedad de propiedades biológicas. Por un lado, como hemos comentado, se encarga de regular el ritmo circadiano pero, por otro lado, interviene en los procesos antioxidativos de nuestro cuerpo, disminuye la pigmentación cutánea (como es el caso de las manchas solares), activa los procesos de reparación del ADN, y además tiene funciones inmunomoduladoras y termorreguladoras.

El estrés oxidativo es el responsable de gran parte del envejecimiento prematuro de la piel, provocando arrugas, pérdida de firmeza y elasticidad, manchas, etc. Para hacer frente a estas situaciones, es importante incorporar en la rutina de belleza diaria antioxidantes, además de seguir una dieta saludable, hacer ejercicio y tener un buen hábito de sueño.

Por sus características antioxidantes, la melatonina es un potente protector de la piel porque evita el estrés oxidativo, el envejecimiento prematuro de las células y la acción de los radicales libres. La melatonina, al penetrar en la piel, llega a la célula y regula la síntesis de enzimas que reparan el daño oxidativo, estimulando los procesos antioxidantes propios y reforzando a la piel contra el estrés oxidativo. 

Pero con el tiempo no todo sigue igual. Está demostrado que el envejecimiento causa un déficit de melatonina y, por tanto, reduce la capacidad defensiva de nuestra piel. En concreto, la producción de melatonina, tanto la pineal como extrapineal, se reduce aproximadamente en un 40%, a partir de los 55 años. Por esta razón, la aplicación suplementaria de melatonina tópica en la piel puede ayudar a frenar el deterioro y envejecimiento cutáneo. 

La melatonina también es antiinflamatoria. La inflamación es otro factor desencadenante del envejecimiento de la piel en el que las fibras de colágeno y elastina se degradan, pierden tono y elasticidad y aparecen las arrugas. Por esta razón, la melatonina es un buen antiarrugas y está presente en las fórmulas de muchas cremas y sérums antiedad. 

Usos de la melatonina en dermatología

Todas las características de esta súper hormona hacen que sea considerada una candidata no sólo para tratamiento antiedad sino también en pacientes con enfermedades de la piel en las que el estrés oxidativo sea elevado. Distintos estudios han demostrado los beneficios de la melatonina en la piel (tanto en crema como en suplemento) en los pacientes con dermatitis atópica o vitíligo. Sin embargo, no puede ser recomendada en pacientes con asma ya que puede aumentar la reactividad bronquial. 

Podría ser una buena opción para disminuir las manchas y para revertir los efectos del tabaco en la piel por su poder de disminución de la pigmentación cutánea al agregar melanina en los melanocitos (responsables de que la piel cambie de color). Además se ha demostrado que la melatonina es una sustancia prometedora en la prevención del cáncer de piel por sus efectos reparadores y que también puede ayudar en pacientes sometidos a radioterapia, por sus posibilidades de fotoprotección y radioprotección. 

No podemos olvidar que la melatonina es un gran protector del daño solar. Su ingesta antes de la exposición solar disminuye el riesgo de quemaduras y su aplicación en crema (concentrada) puede llegar a eliminar el eritema o rojez que produce la luz ultravioleta en la piel. El uso en cremas solares no está instaurado, dado que hay incompatibilidades con las sustancias utilizadas para proteger contra los rayos ultravioletas.