La férula nasal es un elemento muy importante para el éxito de las cirugías de nariz. Muchos pacientes, sin embargo, desconocen su utilidad. Pero si hemos llegado hasta aquí, si nos hemos decidido por una rinoplastia (seguro que después de darle muchas vueltas), merece la pena darlo todo en la recuperación. En este artículo explicaremos qué es esa férula y cómo nos va a ayudar.
Categoría: Tu nariz perfecta
Rinoplastia mes a mes: así verás los resultados
Los resultados de una rinoplastia no son definitivos, en algunos casos, hasta que pasan entre nueve meses y un año de la cirugía. Un tiempo que, en ocasiones, puede impacientar al paciente, deseoso de obtener los resultados deseados. Sin embargo, la impaciencia suele aparecer siempre.
¿Cómo es el postoperatorio de la rinoplastia?
¿Por qué el postoperatorio de la rinoplastia es importante? Los resultados de la cirugía y tu salud dependen de ello. Durante el proceso de recuperación se aseguran los resultados de la operación, se evitan los efectos negativos en la cicatrización y en las funciones vitales y, lo más importante, proteges tu integridad. En la rinoplastia también.
Después de una rinoplastia, ¿quedan cicatrices en la nariz?
La palabra “cirugía” describe aquellos procedimientos quirúrgicos que implican realizar incisiones o suturar tejidos para tratar enfermedades, lesiones o deformidades. Toda incisión conlleva una herida y toda herida tiene como resultado una cicatriz. La rinoplastia o cirugía de la nariz no es una excepción.
Todo lo que debes saber sobre la rinoplastia cerrada
Si pensamos en cirugía facial, seguramente, la primera operación que nos viene a la mente es la rinoplastia. Y es que este tipo de intervención, por motivos estéticos o funcionales, es de las más demandadas tanto en hombres como en mujeres.
Evolución de la rinoplastia: desde la cirugía hasta un año después
En una rinoplastia los resultados no son inmediatos. Hay que tener paciencia. Así como la intervención dura unas horas, el paciente (aunque cada caso es diferente) podría tardar hasta un año en ver los resultados definitivos de la operación. En este artículo haremos un seguimiento de la evolución de una rinoplastia, su postoperatorio y el resultado final.
La rinoplastia es un tipo de cirugía de remodelación de la nariz gracias a la cual se puede transformar el tamaño, la forma y la estructura de la nariz. Con este procedimiento facial se puede personalizar la forma de la nariz según las características y los objetivos estéticos de cada paciente.
Por tanto, no existe un único tipo de rinoplastia y tampoco todos los pacientes son iguales, ni siquiera su evolución es la misma. Se puede reducir la joroba o dorso nasal, estrechar la punta de la nariz, levantarla o bajarla, entre otras modificaciones y correcciones posibles.
Primer trimestre después de la rinoplastia
Como ya hemos comentado en anteriores artículos, la rinoplastia no es dolorosa y el postoperatorio tampoco. Quizás lo más molesto podrían ser los tapones nasales que se colocan para evitar hemorragias y que pueden ocupar más o menos longitud en la fosa nasal, dependiendo de cada caso. Estos obligan a respirar por la boca y pueden generar sequedad.
Cuando se quitan los tapones, por un momento se nota el paso del aire por las fosas nasales, pero después se vuelve a taponar. Es una sintomatología parecida a un resfriado o catarro. Lo más habitual es usar agua salada o suero salino para descongestionar la nariz.
Durante los primeros 15 días tras la operación, lo más llamativo es la hinchazón de la nariz y, en algunos casos, moratones. Hay que tener presente que en este primer periodo es cuando la nariz comienza su proceso curativo y de cicatrización.
Las suturas suelen absorberse después de las dos primeras semanas, en especial, las que son internas como las de la columela y las de la base de las alas nasales. Si la herida sigue algo roja puede tratarse con una crema de cicatrices o con aceite de rosa mosqueta. Hay que evitar la exposición al sol de las cicatrices.
La inflamación empieza a disminuir a los 3-4 días después de la rinoplastia. Hay que ser conscientes de que el espacio habitual entre la piel y el cartílago es muy pequeño: suele ser de 1 milímetro. Después de la intervención y con la acumulación de líquido (edema), este espacio aumenta hasta alcanzar los 3-4 milímetros.
Durante los primeros 15 días, suele haber un aparente empeoramiento de la inflamación porque la piel se endurece, especialmente en la punta de la nariz y el paciente puede ver la nariz más ancha de lo esperado. La piel de la punta nasal es gruesa y grasa y tarda unos meses en adaptarse. Pero, poco a poco, se irá produciendo la reabsorción de líquidos.
En el segundo mes de evolución después de la cirugía, normalmente, queda sólo un 20% de la inflamación inicial.
De 3 a 6 meses
La desinflamación y cicatrización en pieles normales y finas suele estar avanzada a finales del tercer o cuarto mes. Las pieles gruesas, en cambio, suelen tener tendencia a retener la inflamación y a necesitar infiltraciones de corticoides para controlarla.
En el tercer o cuarto mes de evolución el dorso de la nariz suele estar más desinflamado y la punta más blanda, lo que facilita una movilidad más natural de la cara y de la nariz y los cambios en el volumen y forma de la nariz empiezan a apreciarse. Si la rinoplastia fue abierta, la cicatriz de la columela se notará ya muy poco.
En el quinto mes todo va más lento y los cambios en la forma y el tamaño de la nariz son menos evidentes. En esta etapa, empieza a definirse la silueta nasal y es habitual que se programen varias revisiones con el cirujano para comprobar que la evolución de la rinoplastia está siendo satisfactoria.
Durante el postoperatorio se suelen hacer controles fotográficos ya que son muy útiles para ir evaluando los cambios sutiles.
Los últimos meses de evolución de una rinoplastia
En el octavo o noveno mes, la desinflamación de la nariz ya suele alcanzar el 80 o el 90% y ya se puede apreciar el posible resultado final de la rinoplastia, aunque los cambios se suelen dar por finalizados cuando han transcurrido entre 12 a 18 meses. Es entonces cuando se pueden considerar posibles retoques de la rinoplastia si los resultados no han sido del todo satisfactorios.
Entre las anomalías que pueden requerir un procedimiento adicional, las más frecuentes son pequeñas irregularidades en el dorso o en la punta de la nariz o movimientos o deformaciones inadecuados de los cartílagos o de los injertos.
Cuando hablamos de un procedimiento adicional no nos referimos a una nueva rinoplastia sino a una intervención menor realizada bajo anestesia local y que no requerirá, por lo general, de un postoperatorio tan prolongado como la rinoplastia original.
En situaciones como en narices de piel gruesa, reconstrucciones complejas o postoperatorios difíciles por problemas inflamatorios, el proceso curativo podría llegar a prolongarse más de un año. A partir de aquí, la nariz seguirá evolucionando pero ya no se deberá a la rinoplastia, sino al proceso natural por el paso del tiempo.
Rinoplastia antes y después. ¿Qué debes saber?
¿Estás planteándote una rinoplastia? Hoy en día, es uno de los procedimientos de cirugía estética más comunes, tanto en hombres como en mujeres. Es muy importante que te informes antes de acceder al quirófano. En este artículo te explicaremos todo lo que debes saber antes y después de la operación de rinoplastia.
La rinoplastia es un tipo de cirugía de remodelación de la nariz gracias a la cual se puede transformar el tamaño, la forma y la estructura de la nariz. El término médico deriva del griego rhinos que significa “nariz” y plastia que equivale a “dar forma”. El objetivo final de una rinoplastia es devolver la armonía facial al paciente adaptando su nariz a la cara.
Con frecuencia, este tipo de cirugía estética se combina con la septoplastia, que es la corrección quirúrgica de un tabique desviado para mejorar la respiración. En este caso, hablaremos de rinoseptoplastia, que se realiza en una sola operación y cuenta con un único período de recuperación.
Tipos de rinoplastia
En la rinoplastia hay dos tipos de abordaje y la principal diferencia entre ambas técnicas es la forma en la que el cirujano accede al interior de la nariz.
La rinoplastia cerrada es una técnica quirúrgica para operar la nariz que no requiere incisiones exteriores porque se accede al interior de la nariz a través de las fosas nasales. No deja cicatrices visibles y se suele utilizar cuando la nariz no requiere modificaciones tan sustanciales.
En la rinoplastia abierta, en cambio, el profesional hace unas pequeñas incisiones para desprender la piel del hueso y del cartílago y tener así una perspectiva más amplia de la estructura de la nariz. Los cirujanos suelen escoger este tipo de abordaje en casos complejos que requieren corregir grandes deformidades o hacer modificaciones importantes de la forma de la nariz.
Antes de la rinoplastia: Prepara tu operación
Las razones más habituales para optar por una rinoplastia es no tener el tamaño de la nariz equilibrado y en armonía con el resto del rostro. Una nariz demasiado ancha o torcida, una punta muy caída o sobredimensionada o unos orificios nasales acampanados o apretados, son motivos por los que decidir operarse la nariz.
La confianza con el equipo quirúrgico es esencial. Por eso, es importante antes de optar por una clínica o por un especialista informarse bien sobre la experiencia y reputación del centro o del profesional en esta especialidad. En Smart Clinic tenemos a los cirujanos que tu amigo médico te recomendaría. ¡Contáctanos!
Conversa con el cirujano. Es fundamental acordar con el especialista lo que realmente te gustaría y lo que no te gustaría hacer en tu nariz. Pregunta todas las dudas que tengas y entra en el quirófano tranquilo, siendo consciente de las indicaciones y contraindicaciones de la operación.
Hay que cuidarse siempre, pero antes de una cirugía, más. No fumes durante una o dos semanas antes de realizarte la rinoplastia (mejor dos que una). De esta forma, el organismo conseguirá eliminar la nicotina para que las arterias recuperen su tamaño y la sangre llegue con normalidad a todos los tejidos.
También deberás dejar de fumar después de la intervención (durante seis semanas) para que no afecte al proceso de cicatrización y el proceso de recuperación se pueda ver perjudicado. También, nada de alcohol (al menos 48 horas antes de la operación), porque aumenta el riesgo de sangrado durante la cirugía.
La rinoplastia es una cirugía, por lo general, ambulatoria. Es decir, la mayoría de veces el paciente podrá ir a casa el mismo día de la operación.
Después de la rinoplastia: Cuidados postoperatorios
El postoperatorio es uno de los momentos más importantes de la rinoplastia. Ninguna nariz es igual a otra por lo que los cuidados postoperatorios dependerán de cada caso. De todas formas, os explicamos cuáles son los cuidados postoperatorios más habituales. En primer lugar, haz caso a todo lo que te diga el cirujano. Eso es lo más importante.
El período postoperatorio puede variar en función del tipo de intervención pero, por lo general, está en unas 2 semanas y la reincorporación a la rutina habitual en unas 4 o 6 semanas. Durante los primeros días después de la rinoplastia no hay que hacer ningún esfuerzo y guardar reposo. Podrás empezar a hacer deporte a las 4 semanas.
Hay que evitar entornos cálidos e ingerir abundante líquido (por la sequedad bucal que produce respirar por la boca). Se puede comer con normalidad pero lo recomendable es una dieta blanda (para no tener que masticar mucho) y que la comida no esté muy caliente.
Es aconsejable dormir con la cabeza elevada, nunca de lado o con la nariz sobre la almohada. Durante la cicatrización y la desinflamación es mejor evitar sonarse la nariz y exponerse al sol.
Ahora que conoces cuáles son los cuidados necesarios antes y después de una rinoplastia, ¿te animas? En Smart Clinic tenemos a los mejores profesionales. Ponte en contacto con nosotros y te asesoraremos.
Septoplastia Antes y Después: Consejos y cuidados
La septoplastia es una de las opciones más eficaces para solucionar cualquier disfunción en el tabique (o también dicho septum nasal). El tabique es la pared del hueso y cartílago que divide la nariz en dos cámaras o fosas nasales.
La situación más habitual para pensar en una septoplastia es tener el tabique torcido o deformado, lo que genera dificultades para respirar o para oler y problemas de obstrucción nasal. En cambio, la rinoplastia tiene un objetivo mayoritariamente estético, para cambiar la forma, el tamaño y el aspecto físico de la nariz y lograr la armonía facial.
Septoplastia, antes y después: La septoplastia consiste en enderezar el tabique nasal en la posición de la línea media y abrir la vía respiratoria, eliminando la porción desviada y reestructurando el hueso y cartílago restantes.
La intervención se realiza a través de las fosas nasales, no deja habitualmente ni cicatrices ni morados ni hinchazón y no supone ningún cambio en el aspecto de la nariz. Lo que logramos con la septoplastia es una mejora de la calidad de vida, de la función principal de la nariz que es respirar mejor.
Antes: El preoperatorio de la septoplastia
Antes de la septoplastia es fundamental seguir las instrucciones de tu cirujano y resolver cualquier duda o preocupación, preguntando y preguntando. En Smart Clinic te acompañamos en todo el proceso, queremos que las personas lleguen tranquilas al quirófano, con toda la información que necesitan y teniendo muy claro qué va a pasar, cuándo y cómo.
En la reunión con el cirujano se te preguntará por la historia clínica y el médico explorará tu capacidad funcional, es decir, si respiras bien. El profesional debe hacerse una idea de las características de tu piel y es posible que pida alguna exploración radiológica como, por ejemplo, un TAC.
Como en toda cirugía, en la septoplastia no se debe fumar (14 días antes de la operación) ni tomar aspirinas o cualquier otro fármaco que tenga efectos anticoagulantes. Para evitar imprevistos durante y después de la intervención, 48 horas antes de la intervención es aconsejable evitar el alcohol e ingerir comidas copiosas. El día de la operación no hay que ir maquillado.
Después: Los días después de la septoplastia
La septoplastia puede durar entre 30 o 90 minutos según las características del paciente y la complejidad de la operación. También dependiendo del caso, se optará por anestesia local y sedación o anestesia general.
En la mayoría de los casos, tras una septoplastia, el paciente regresa a casa el mismo día de la operación. La nariz se tapona herméticamente con materiales esponjosos preparados para ello o, simplemente, con algodón. Esto se hace para evitar posibles hemorragias nasales.
Después de la cirugía, la nariz estará algo inflamada, pero es normal durante los primeros días y semanas. También en este período es aconsejable no sonarse la nariz y no optar por prendas que se ponen por la cabeza para evitar posibles golpes.
Es recomendable no realizar actividades que requieran un esfuerzo (como los ejercicios aeróbicos) para disminuir el riesgo de hemorragia nasal. Y es preferible dormir con la cabeza elevada.
En la mayoría de los casos de septoplastia, la recuperación completa se da en pocas semanas pero los resultados no son inmediatos. Los tejidos nasales están estables en unos tres o seis meses, aunque cada caso evoluciona de manera diferente. Lo habitual es esperar un año para poder ver el resultado definitivo de la operación.
La consecuencia casi inmediata de la septoplastia es la mejora de la respiración. Después de unas 36 horas de la intervención y una vez retirados los tapones, el paciente puede volver a respirar con normalidad.
Septoplastia Antes y Después: Complicaciones
Como cualquier procedimiento quirúrgico, la septoplastia no está exenta de riesgo. Pueden surgir, por ejemplo, reacciones adversas a los medicamentos administrados durante la intervención. También se pueden producir infecciones, como en cualquier tipo de cirugía.
Entre algunos de los efectos colaterales que se pueden dar en la septoplastia está la disminución del olfato o la sensación de hormigueos o entumecimiento, de forma temporal, en la encía superior, en los dientes o en la nariz. Así como, cambios en la sensibilidad en la nariz, decoloración de la piel o una acumulación de líquidos dentro de los tejidos de la nariz.
¿Aletas nasales desiguales? La cirugía puede armonizar tu nariz ancha
«Me miro en el espejo y solo veo la nariz y esos agujeros enormes». ¿Te acompleja tu nariz ancha? Es normal, la nariz juega un papel muy importante en la armonía de nuestro rostro. En muchas ocasiones, una nariz ancha se debe a unos agujeros de la nariz desiguales o unas aletas nasales desproporcionadas. Pero no te preocupes porque tiene solución.
La intervención de reducción de aletas nasales consiste en reducir tanto la anchura como la longitud de los agujeros de la nariz, eliminando una pequeña cuña de piel lateral. Es un procedimiento quirúrgico que suele realizarse en el transcurso de una rinoplastia completa.
¿Existe una anchura de la nariz ideal? Según los cánones de belleza clásicos, la anchura de la nariz debe ser igual a la distancia que hay entre la parte interna de los ojos. Cuando las aletas nasales sobrepasan esta distancia se considera -según este parámetro- que la nariz es demasiado ancha y que se puede, en el caso de desearlo, cerrar las aletas o agujeros de la nariz.
Con la reducción de las aletas nasales conseguirás un estrechamiento de los agujeros de la nariz y equilibrar las proporciones de tu tercio inferior nasal. Las aletas nasales o cartílagos alares son la zona blanda y redonda de los orificios nasales, responsable de dar forma y soporte a la punta de la nariz.
¿Todas las narices anchas son iguales? Podemos clasificarlas en dos tipos: la nariz ancha étnica o racial y la nariz ancha intervenida o secundaria. En el caso de las narices anchas étnicas, la desproporción de la nariz y de las aletas nasales responde a rasgos raciales característicos, por lo general, en las narices africanas y en las sudamericanas.
En cambio, en las narices anchas intervenidas o secundarias, la anchura de la nariz se debe a una intervención previa y a las consecuencias de esa cirugía.
La intervención de reducción de alas nasales
Unos agujeros de la nariz desiguales solo tienen una solución: la cirugía. La reducción de las aletas nasales es una intervención ambulatoria, por lo que no necesitas pasar la noche en el hospital. Tras la operación quirúrgica, te darán el alta y podrás regresar a casa. La intervención es bajo anestesia local y una sedación para mayor comodidad del paciente. La cirugía no suele durar más de 30 minutos.
El procedimiento es rápido y sencillo, consiste en unas incisiones de 5 milímetros de longitud en el surco que hay entre el ala nasal y la mejilla. La cicatriz de la intervención queda perfectamente escondida en el surco y los puntos de sutura son reabsorbibles y se caen por sí solos a los pocos días de la operación.
La reducción de las aletas nasales permite también cambiar la forma de las narinas (las fosas nasales) pudiendo pasar de un aspecto “aplastado” a una forma más redonda y armónica.
Sin molestias postoperatorias
Los resultados de la cirugía de reducción de las aletas nasales son casi inmediatos. En pocos días podrás percibir cómo se han equilibrado las proporciones del tercio inferior de tu nariz con el resto de tu rostro.
Las molestias del postoperatorio son prácticamente inexistentes, la ausencia de dolor es casi total. Como mucho, llevarás un apósito los tres primeros días y deberás proteger la zona intervenida de los rayos solares. Evidentemente, es recomendable que evites cualquier golpe en la nariz, actividades físicas de intensidad y no te suenes con fuerza durante los primeros días posteriores a la intervención, hasta que los tejidos se cicatricen.
Aunque el riesgo cero no existe, las complicaciones en este tipo de intervención son infrecuentes y de muy poca importancia. Y más cuando el equipo quirúrgico que realiza la operación está cualificado y cuenta con años de experiencia. En Smart Clinic contamos con los mejores.
La rinoplastia de tabique desviado, clave para tener la nariz perfecta
Hay tantas narices como personas. Y problemas que son de narices y otros que no lo son. Uno de los trastornos nasales más habituales es tener el tabique nasal desviado. Esta desviación puede obstruir un lado de la nariz y causar congestión nasal y sinusitis frecuentes. También puede causar propensión a sangrar por la nariz y que te duela la cara, la nariz y que ronques.