La cirugía plástica o estética tiene como principal objetivo mejorar la apariencia de la persona, transformando lo existente y raramente creando de nuevo. Los buenos cirujanos -y los pacientes- buscan resultados naturales y huyen de un cambio artificial. En muchas ocasiones, una operación facial no supone ningún capricho, puede solucionar graves problemas de autoestima y aumentar la confianza en uno mismo.
¿Por qué recurrir a una operación facial?
Si existe una zona del cuerpo a la que le prestamos una especial atención, ésta es el rostro. Las operaciones faciales son intervenciones quirúrgicas para mantener un aspecto más joven, alargar la madurez o rejuvenecer la vejez del paciente. Estamos hablando de intervenciones para eliminar manchas o arrugas, mejorar la simetría y armonía del rostro o definir el óvalo facial, entre otras cosas.
¿Cuáles son los tipos de operaciones faciales más frecuentes?
Dentro de las operaciones faciales, la cirugía de párpados y de nariz son las más comunes. Les siguen la cirugía de las orejas, el lifting facial y la dermoabrasión. A continuación, repasamos algunas de estas tipologías de intervenciones estéticas, de modo que puedas aclarar si alguna de ellas podría resultarte útil.
La dermoabrasión
La dermoabrasión es un procedimiento de rejuvenecimiento de la piel, que se puede realizar sólo en combinación con otra operación facial. La metodología consiste en utilizar un dispositivo de rotación rápida para eliminar la capa externa de la piel, de modo que crezca una nueva mucho más lisa, sin cicatrices del acné ni manchas ni arrugas. La intervención se suele realizar con anestesia local y sedación.
La blefaroplastia o cirugía de los párpados
Con el paso del tiempo nuestros párpados se estiran y los músculos que los sostienen se debilitan. Esto puede conllevar que se acumule grasa en su parte superior e inferior, provocando cejas flácidas, bolsas debajo de los ojos y párpados superiores caídos.
La blefaroplastia es la operación facial indicada para retirar los excesos de piel, músculo o grasa en los párpados, además de eliminar las bolsas que afean y entristecen la mirada. Es una intervención ambulatoria con anestesia local y sedación, y consigue resultados muy naturales, sin cicatrices visibles.
Operaciones en la nariz
Las cirugías estéticas más habituales en la nariz son la rinoplastia y la septoplastia. La rinoplastia es la operación facial por excelencia para corregir, de forma permanente, la forma de la nariz. Son muchas las opciones que nos ofrece esta intervención, como armonizar una nariz ancha, reducir una nariz grande, corregir la punta de la nariz o pulir la giba o caballete nasal.
Por otra parte, la septoplastia nos permite solucionar los problemas respiratorios. Es una de las operaciones faciales que, además de sus objetivos estéticos, tiene una finalidad funcional, ya que pretende solucionar cualquier disfunción en el tabique o septum nasal. La alteración más habitual en este caso es tener el tabique nasal torcido o deformado, lo que puede generar dificultades para respirar o para oler, así como problemas de obstrucción nasal.
Lifting facial
La operación facial más utilizada para eliminar el exceso de piel en el rostro y recuperar un aspecto terso es el lifting facial. Actualmente no se hace un estiramiento, sino que se recolocan los tejidos subcutáneos para mejorar el aspecto de la cara. ¿Qué nos permite esta intervención? Entre otras cosas, que podamos tensar los músculos faciales, eliminando los signos de la flacidez y mejorando el tono y el brillo de la piel de la cara.
Puede ser una buena opción para corregir pliegues entre la boca y la nariz acentuados, definir el borde mandibular o corregir la flacidez del cuello, entre otras modificaciones. Las incisiones en este tipo de operaciones faciales son mínimas y suelen ubicarse en el cuero cabelludo, sobre la línea del cabello o en la parte anterior o posterior de las orejas, con el fin de hacerlas invisibles.
Cirugía de las orejas o otoplastia
Una excesiva separación de las orejas con respecto al cráneo puede crear un complejo psicológicamente grave. Es algo que ocurre frecuentemente, incluso en niños y niñas. Las intervenciones plásticas en las orejas se suelen realizar entre los 4 y 14 años, aunque también son frecuentes en adultos.
La otoplastia o cirugía de las orejas es un procedimiento para cambiar la forma -deformidades por un accidente o de nacimiento-, posición o tamaño de las orejas. Es una operación facial que suele realizarse en ambas orejas para mantener la simetría y dura, aproximadamente, unas dos horas. En el caso de los niños pequeños, la anestesia suele ser general, en pacientes jóvenes o en adultos, la intervención es con anestesia local.
La técnica de otoplastia más común se realiza a través de un corte detrás de la oreja que permita exponer el cartílago, para remodelarlo según las necesidades del paciente y modificar los pliegues.
¿Qué es lo más importante a la hora de enfrentarte a una operación facial?
En muchas ocasiones nos olvidamos un poco del carácter sanitario de las intervenciones estéticas; sin embargo, por muy relacionadas que estén con la apariencia, las operaciones faciales no dejan de ser una cuestión médica.
Por eso es fundamental que recurras siempre a los mejores cirujanos, correctamente formados y con años de experiencia en el sector, algo que ponemos a tu disposición desde Smart Clinic, donde te acompañamos en todo el proceso en tu operación facial, ofreciéndote siempre las mejores opciones para tu caso en particular.