¿Existe la nariz perfecta? Sí. La que te proporciona seguridad. Pero, ¿a ti te gusta? Quizás no te sientes a gusto con tu perfil, no te gusta tu nariz con caballete y esa protuberancia en forma de joroba está afectando a tu autoestima. La cirugía te puede ayudar a recuperar la armonía de tu rostro. Te explicamos cómo.
El caballete o giba nasal se debe a un desarrollo excesivo de los huesos o del cartílago del tabique de la nariz (denominado septum) que, en la zona de la mitad del dorso de la nariz, crea una curvatura hacia fuera, rompe la línea recta del perfil y puede, en algunos casos, dar una sensación de punta caída.
El dorso nasal se extiende desde la raíz (o unión de la nariz con la frente) hasta la punta nasal y está formado por los huesos nasales y la unión de los cartílagos laterales. Separando cada mitad (una fosa nasal de la otra) está el borde anterior del tabique. Es como si fuera una tienda de campaña.
En este artículo vas a conocer los diferentes tipos de operaciones o intervenciones quirúrgicas que existen para solucionar este problema estético.
Por lo general, son sencillas y la recuperación es rápida pero, como hemos explicado, el dorso nasal está formado por diferentes estructuras, que si son tratadas de forma incorrecta, pueden causar importantes problemas funcionales.
Muchas veces los pacientes piensan que esta giba puede limarse y con esto el problema está solucionado. ¡Ojalá fuera tan fácil de resolver! Hay que tener en cuenta que, a menudo, el dorso de nuestra nariz es la expresión de cómo tenemos la mayor parte del resto de estructuras.
Por esta razón, no debemos olvidar que la mayor garantía para lograr una nariz perfecta, es ponerla en manos de los mejores cirujanos y especialistas, que cuentan con una formación específica y experiencia en cirugía nasal. En Smart Clinic los tienes.
El limado, la rinoplastia y la rinomodelación
Los tratamientos para eliminar el caballete o giba nasal pueden ser con o sin cirugía, pero las soluciones quirúrgicas son las que nos ofrecerán resultados óptimos y definitivos.
- Limado de caballete: es una intervención que consiste en limar la protuberancia (lo que sobresale de la línea recta) del tabique nasal para obtener el perfil rectilíneo deseado.
Es un proceso seguro, con una rápida recuperación y no deja ninguna cicatriz visible (porque el trabajo se realiza por dentro de la nariz). Aunque, realmente, son los casos menos habituales. - Rinoplastia ultrasónica: es una técnica de cirugía de la nariz que usa una tecnología, específica y muy avanzada, basada en los ultrasonidos y que sólo actúa en las estructuras duras y no en las blandas.
Es un tipo de operación seguro (porque no daña ni los tejidos ni los vasos sanguíneos), preciso en el corte y en el pulido del hueso nasal y permite una recuperación rápida, ya que el riesgo de hematomas e inflamación postoperatorios es reducido. Se practica muy a menudo. - Rinomodelación: es el tratamiento sin cirugía, pero sólo sirve para algunos casos muy sencillos. ¿En qué consiste? Se inyecta material de relleno (permanente o temporal) en las zonas o puntos deficientes (en los que falta tejido) para modificar la curvatura de la nariz y llegar a conseguir la línea recta tan deseada. Los rellenos temporales son reabsorbibles, habitualmente de ácido hialurónico, y se aplican a través de microinyecciones.
¿Qué tipo de operación necesita mi nariz aguileña?
No todas las narices con caballete son iguales, no existe la nariz ideal y no encontraremos nunca dos narices idénticas. Según tu tipo de nariz, haremos uno u otro procedimiento. Por eso, antes de la intervención, el profesional realiza un análisis estético facial preoperatorio minucioso y una valoración de las estructuras que se deben corregir.
Esta fase de la estrategia será, con toda probabilidad, una de las que más va a condicionar tu resultado, ya que de ella va a depender la mayor parte de la cirugía. Así pues, es de capital importancia tener una visión profesional y lo más amplia posible.
Recuerda que el objetivo final es adaptar tu nariz a tu estructura facial, logrando armonía y equilibrio en los rasgos para que te sientas a gusto con tus rasgos.
Existen cuatro tipos clásicos de nariz con caballete:
- Nariz grande: son aquellas narices con caballete y con punta hiperproyectada, también conocidas como «narices de pinocho». En estos casos, es necesario disminuir el tamaño global de la nariz y se realiza un limado del caballete y una reducción de la punta en la misma cirugía.
- Nariz a tensión: es una nariz grande, con giba y cuya punta se baja al sonreír. Este tipo de nariz precisa una rinoplastia completa, con limado de caballete y acomodación de la punta.
- Nariz con caballete y punta bien definida: al tener la punta alta y bien proyectada, se realiza exclusivamente una rinoplastia de giba dorsal.
- Nariz con giba después de una rinoplastia: en ocasiones, después de una cirugía de nariz, puede quedar un caballete mínimo de entre 1 y 2 mm. En esta ocasión, se consigue muy buen resultado con un sencillo limado de caballete.
El postoperatorio de mi cirugía de nariz
Como ya hemos explicado en las líneas anteriores, una de las ventajas de la rinoplastia de giba dorsal es su recuperación prácticamente inmediata (siempre y cuando sea solo la corrección de la giba). No es necesario llevar el taponamiento en la nariz para evitar sangrados, y no se producen hematomas.
Pero ¿la giba vuelve después de la rinoplastia? La respuesta es no. El resultado final es permanente.
Otro caso es el de los pacientes que se deciden por la rinomodelación para modificar su nariz con caballete. Recordemos que se trata de un procedimiento sin cirugía con resultados temporales y, por este motivo y en más de una ocasión, estos pacientes acaban optando por la corrección quirúrgica como solución definitiva.