Reducción de fosas nasales, en qué consiste y cómo se lleva a cabo

¿Crees que tu nariz es demasiado ancha? Para averiguarlo puedes mirarte al espejo y dibujar una línea vertical imaginaria desde el lagrimal del ojo hasta las alas de tu nariz. Si es demasiado ancha, las alas nasales sobrepasarán esta línea, ya que, según los cánones de belleza clásicos, la anchura de la nariz debe ser igual a la distancia que hay entre la parte interna de tus ojos. 

¿Es posible solucionar este defecto? ¡Por supuesto! La intervención para la reducción de fosas nasales es una técnica de rinoplastia que consiste en reducir anchura y longitud, eliminando una pequeña cuña de piel lateral. Es algo similar a la disminución del ojal de un botón.

Se trata de una cirugía mínimamente invasiva que normalmente dura unos 30 minutos. No es frecuente llevar a cabo este procedimiento de forma aislada, ya que por lo general forma parte de un cambio global, dentro de una rinoplastia completa.

Para entender el proceso, es interesante conocer previamente las diferentes zonas que componen la nariz:

  • Esqueleto óseo, que se sitúa en la parte superior, a continuación de la frente, y está formado por los huesos nasales.
  • Esqueleto cartilaginoso, que se encuentra en la parte inferior y está compuesto por los cartílagos alares y los laterales.
  • Tabique nasal o septum, formado por cartílago y hueso.

 

 

Reducción de fosas nasales

 

 

¿Son lo mismo las fosas nasales y los orificios nasales?

Los orificios de la nariz no son lo mismo que las fosas nasales, sino que forman parte de ellas. La fosa nasal es un espacio estrecho, recubierto de mucosa, que se extiende desde los propios orificios nasales hasta el punto de paso -o coanas- y llega hasta la faringe -o garganta-.

¿Cuál es su utilidad en nuestra anatomía? Se trata de la primera línea de nuestro sistema respiratorio, por lo que su misión es la de filtrar, humedecer y calentar el aire antes de que entre en los pulmones. Todos sabemos cómo molesta el aire frío al respirar, pues gracias a estos conductos únicamente ocurre cuando la temperatura exterior es muy baja. Al mismo tiempo, también forman parte del sistema olfativo, ya que cuentan con células dedicadas a esta función. 

Por otro lado, los orificios nasales o narinas son la puerta de ingreso al sistema respiratorio y la primera zona que deben atravesar las moléculas para estimular los receptores olfativos. Así pues, por estas aberturas es por donde entra el oxígeno, que se dirige hacia las fosas nasales, donde se humedece y aumenta su temperatura.

Las alas nasales o cartílagos alares son esa zona blanda y redonda de los orificios nasales, responsable de dar forma y soporte a la punta de la nariz. 

¿En qué consiste la reducción de las fosas nasales?

Para disminuir la anchura de tu nariz, en la mayoría de los casos es necesario reducir el tamaño de las alas nasales a uno más proporcionado. ¿Cómo lo haremos? Es una intervención bastante rápida y sencilla de realizar. Se hace una incisión en cuña -de unos 5 milímetros- en el surco que hay entre el ala nasal y la mejilla. Al hacerse el corte en esta zona, queda perfectamente disimulado y pasará prácticamente desapercibido.

En las cirugías de reducción de orificios nasales o narinas simples se emplea habitualmente la anestesia local y una sedación que propicia la comodidad del paciente. De modo que, al ser un procedimiento ambulatorio, podrás regresar a casa después de la operación. Por otro lado, los puntos de sutura son reabsorbibles, por lo que no hace falta retirarlos, ya que se reabsorben aproximadamente a los 7-8 días de la intervención. 

Las molestias postoperatorias prácticamente inexistentes. No tendrás ningún tipo de dolor y el único inconveniente será el de llevar un apósito durante unos tres días y, posteriormente, proteger la zona de los rayos del sol. Evidentemente, es recomendable evitar posibles golpes en la nariz y actividades físicas de intensidad durante los primeros días

¿Puede haber complicaciones? Cuando el cirujano que realiza la operación está cualificado y tiene experiencia en este tipo de intervenciones, las complicaciones son infrecuentes y de muy poca importancia. Aunque el riesgo cero no existe, las probabilidades son nimias. Por otra parte, los resultados son inmediatos. En pocos días percibes cómo se equilibran las proporciones del tercio inferior de tu nariz con el resto de los rasgos faciales y cómo las alas nasales son más estrechas. ¡Adiós agujeros grandes o asimétricos!

 

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