Skincare: qué es, para qué sirve y cómo aplicarlo en cada tipo de piel

¿Te suena el término skincare? ¿Qué es exactamente este proceso? Se trata de un concepto inglés que describe la rutina de la atención y cuidado de la piel, pero no sólo para mantenerla bonita, sino también saludable.

Como hemos contado en anteriores artículos, nuestra piel sufre los efectos del paso del tiempo y de factores externos como la contaminación, los rayos solares o el clima. Estos elementos agresores pueden acelerar los síntomas del envejecimiento, la aparición de arrugas, provocar imperfecciones y dejar a la piel sin brillo, entre otros.

Skincare, ¿qué es lo que te puede aportar?

El skincare ayuda a prevenir, proteger y preparar a nuestra piel ante estas agresiones y a mantenerla en perfecto estado de salud. Para ello es esencial establecer una rutina diaria y no olvidar los pasos fundamentales, así como usar los productos apropiados a las características y tipos de piel.

También es importante mantener unos hábitos de vida saludables, una dieta sana y equilibrada, no fumar -ya que propicia la formación de arrugas-, utilizar protector solar o aprender a gestionar el estrés.

Hombres y mujeres deberían practicar el skincare, ¿qué es lo que deben hacer?

El paso a paso del skincare, ¿qué es lo que debes hacer en cada momento?

La rutina de skincare básica es la que incluye 3 pasos: desmaquillar y limpiar, hidratar o humectar y proteger. Las necesidades y los pasos van aumentando en función de las necesidades específicas de la piel, como podrían ser, por ejemplo, la aparición de manchas o de líneas de expresión.

Desmaquillar y limpiar

Toda rutina de skincare comienza por desmaquillarse y lavarse la cara antes de ir a dormir. Los desmaquillantes, el agua micelar o los jabones faciales -libres de sulfatos, para evitar que resequen la piel- pueden ser una buena opción para retirar la suciedad y las impurezas acumuladas en el rostro.

La piel, una vez limpia, estará preparada para recibir los distintos tratamientos, continuando con el skincare. No importa que nos hayamos limpiado la cara antes de dormir, también tenemos que lavarnos la cara al despertar. ¿Por qué? Porque durante la noche, la piel acumula los residuos del maquillaje del día anterior e incluso de la almohada.

Hidratar o humectar

Si queremos mantener una piel radiante, firme y suave y prevenirla de la sequedad, la hidratación es fundamental en el skincare. En este paso nos pueden ayudar productos como los tónicos, el agua de rosas o el agua tónica, entre otros, que aportan agua a la piel enriquecida con ingredientes activos, humectantes o aceites esenciales.

Para tener la piel lo más luminosa posible es ideal combinar productos hidratantes con otros humectantes -aceites, mantecas o ceras-. Cuando hablamos de humectación, nos referimos a nutrir nuestra piel para mantener la barrera protectora e impedir que se escape el agua.

Proteger

La tarea fundamental de la piel para nuestro organismo es la de la protección, pero, a su vez, también debemos protegerla de los agentes externos. En este sentido, la protección es el tercer paso básico del skincare. ¿Qué es lo que debemos hacer al respecto?

Por un lado, protegeremos diariamente nuestra piel de los rayos ultravioletas con bloqueadores de, al menos, un Factor de Protección Solar -FPS- de 40. Y, por otro lado, también debemos tener en cuenta los bloqueadores diseñados para proteger a la piel de la contaminación y de las luces artificiales -luz azul- de pantallas y dispositivos electrónicos. 

El skincare particular, ¿qué es lo que corresponde a cada tipo de piel?

Las personas somos diferentes y únicas, y nuestra piel también; la composición y comportamiento de la dermis varía de unos a otros. Por un lado, hay una clasificación primaria que consiste en piel normal, grasa, seca o mixta. Y, por otro lado, hay los tipos de piel secundarios que son las sensibles, maduras o con tendencia a tener acné.

Personaliza tu rutina de skincare: ¿qué es lo que corresponde a cada tipo de piel?

Skincare para piel grasa

Quizás crees que como tu piel es grasa es imposible tenerla deshidratada, pero esto es un error. El exceso de sebo en algunas ocasiones puede ser consecuencia de no mantener una buena cantidad de agua en la piel o de limpiarnos con productos que la secan. Si tu piel es grasa, debes limpiarla dos o tres veces al día con limpiadores suaves pero efectivos para eliminar las toxinas y el exceso de grasa. 

Skincare para piel mixta

El principal reto de las pieles mixtas es equilibrar las zonas de la cara con más producción de grasa con las normales e incluso resecas. Es importante limpiar la cara con productos que no resequen las zonas propensas a la sequedad y que, al mismo tiempo, controlen las zona grasas. En estas áreas más resecas se podrán incluir productos hidratantes e incluso humectantes. 

Skincare para piel normal

Aunque tu piel sea normal no debes olvidar tu rutina de skincare. ¿Por qué? En algunas ocasiones, las pieles normales tienden a volverse secas con el tiempo y si no se cuidan de forma adecuada pueden surgir, por ejemplo, líneas de expresión prematuras. Lo más recomendable es seguir la rutina de skincare básica.

Skincare para piel seca

El principal problema de la piel seca es la falta de elasticidad y de luminosidad. Lo más aconsejable es limpiar el rostro una o dos veces al día, aunque, si la piel es muy seca, lo mejor es hacerlo sólo por la noche. Para ello, usa limpiadores que no resequen la piel, con ingredientes naturales con un pH biocompatible con tu piel y evitando la sequedad y la irritación.

Hidrata las veces que sea necesario la piel con sueros con péptidos, que estimulan la creación de ácido hialurónico e incrementan la hidratación, coenzima Q10 y fermentos biotecnológicos -unas bacterias similares al ácido hialurónico pero con un mayor poder de penetración en las diferentes capas de la piel-.

¿Por qué es importante seguir una rutina de skincare?

Como has podido observar, independientemente de cuál sea tu tipo de piel, es fundamental seguir una rutina diaria de skincare. Que es imprescindible para mantener la higiene facial es evidente, pero es que, además, influye directamente en tu estética -retrasando el envejecimiento de la piel – y en tu salud -eliminando elementos como bacterias y otros microorganismos-.

 

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